miércoles, 27 de febrero de 2019

ENAMORARTE


MADRUGADA


¿Cómo se hace
para que el sol de tus deseos
agonice en la playa de mi piel?

¿Cómo se hace
para no ser  bostezo
de tu cansancio
ni  silencio en tu soledad?

¿Cómo se hace
para sostener las dudas
en la cuerda floja de mi incertidumbre
y no precipitarme
en el despeñadero de la melancolía?

¿Cómo se hace
para ser
beso,
abrazo
y silencio
en el poema de tus necedades?

¡Y cómo se hace
para amarte tal como eres:
madrugada,
sombra,
misterio…!


ORGÍA


Esta manía 
de tener un amante cada noche
colgado del lecho,
metido en mi piel,
trastornando los sentidos.
Esta manía
tiene de perverso y de curioso.
Los amantes  crecen
con mis años,
puedo disfrutar de todos…
sus turnos no tienen
que ver con el tiempo,
algunos son cortos en su orgasmo,
plácida caricia del momento,
me llevan al éxtasis
 y las horas se detienen.
Esta manía
de abrir las puertas del infierno
con la llave del espanto en erección,
amorfo, etéreo…
pájaros sin plumas, que vuelan infinito,
anidan en mi mente perturbada,
picos que taladran el alma,
alas multicolores que todo lo han visto.
Esos mis amantes…
son los libros.






BARCO DE PAPEL



Me has hecho mar de leva.
De un soplo has roto mi cántaro,
bosque húmedo,
que a la orilla del laberinto
barre mi edad de leyenda.

Me has hecho ola,
espuma desnuda de la utopía,
delirio en busca del mito.

Me has hecho tempestad,
torrente en el punto exacto de mi cuerpo.

Me has hecho playa,
sueños de arena
en donde ancla
tu barco de papel.










SEXONEGRO


Acurrucado está mi beso
en el regazo de la lontananza:
tímido,
dolido,
hecho lágrimas.
Beso que sabe,
que siente,
Siente y suena,
sentido y sensual,
sensual sexonegro,
sexo de la traición.
Ahora,
en el hilo de la melancolía
enhebro tus besos
que van,
que vienen,
Vienen y duelen,
duelen al verso,
llora el poema,
Halo y huella de mi destino.











ABRIL


Va de regreso mi ternura,
desciendo por los días
en que tomé tu mano
y encuentro tu beso,
colibrí de mil flores que picotea
en mi boca de mariposa transparente,
entretejiendo los colores de la pasión
y los orgasmos de la luz.

Brindo por tu boca
que descubrió mi entraña,
hilvanando estrellas
para  cubrir mi piel de organza
cuando regrese la noche


Brindo por el hilo de tu voz
que acaricia la memoria de los besos
y murmura:
¡somos tan  añejos amor
que hoy naufragamos
en las agujas del reloj!

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