Lluvia de amor /Concurso
martes, 11 de mayo de 2021
miércoles, 27 de febrero de 2019
TU VOZ SE HACE LLUVIA
TU VOZ SE HACE LLUVIA
A mi hijo Francisco Eduardo (in memoriam)
Ya no cabe tanta agua en mi recuerdo
ni tanta lluvia cabe
entre la lluvia;
“EULER RAMIRO GRANDA”
Jugábamos a las escondidas con los
relámpagos
y cuando el trueno estremecía el aposento blanco
donde tenías que pasar tu vida, nos
abrazábamos
hasta que un sueño de espuma te cubría
.
Tu risa y la lluvia
se fueron tornando en suspiros
y como hilacha del tiempo tu voz
se fue rompiendo en ausencias.
Tu risa y la lluvia
van deshojando los recuerdos
que reposan en las campanas,
en el musgo donde duerme la orquídea,
en los atardeceres que gota a gota
se vuelven, noche,
amanecer, grito y soledad.
¡No para de llover!
Tu estrepitosa risa se deshace en el infinito
mientras a la lluvia la confundo con tu voz.
ENAMORARTE
MADRUGADA
¿Cómo se hace
para que el sol de tus deseos
agonice en la playa de mi piel?
¿Cómo se hace
para no ser bostezo
de tu cansancio
ni silencio en tu soledad?
¿Cómo se hace
para sostener las dudas
en la cuerda floja de mi incertidumbre
y no precipitarme
en el despeñadero de la melancolía?
¿Cómo se hace
para ser
beso,
abrazo
y silencio
en el poema de tus necedades?
¡Y cómo se hace
para amarte tal como eres:
madrugada,
sombra,
misterio…!
ORGÍA
Esta manía
de tener un amante cada noche
colgado del lecho,
metido en mi piel,
trastornando los sentidos.
Esta manía
tiene de perverso y de curioso.
Los amantes crecen
con mis años,
puedo disfrutar de todos…
sus turnos no tienen
que ver con el tiempo,
algunos son cortos en su orgasmo,
plácida caricia del momento,
me llevan al éxtasis
y las horas se detienen.
Esta manía
de abrir las puertas del infierno
con la llave del espanto en erección,
amorfo, etéreo…
pájaros sin plumas, que vuelan infinito,
anidan en mi mente perturbada,
picos que taladran el alma,
alas multicolores que todo lo han visto.
Esos mis amantes…
son los libros.
BARCO DE PAPEL
Me has hecho mar de leva.
De un soplo has roto mi cántaro,
bosque húmedo,
que a la orilla del laberinto
barre mi edad de leyenda.
Me has hecho ola,
espuma desnuda de la utopía,
delirio en busca del mito.
Me has hecho tempestad,
torrente en el punto exacto de mi cuerpo.
Me has hecho playa,
sueños de arena
en donde ancla
tu barco de papel.
SEXONEGRO
Acurrucado está mi
beso
en el regazo de la
lontananza:
tímido,
dolido,
hecho lágrimas.
Beso que sabe,
que siente,
Siente y suena,
sentido y sensual,
sensual sexonegro,
sexo de la
traición.
Ahora,
en el hilo de la
melancolía
enhebro tus besos
que van,
que vienen,
Vienen y duelen,
duelen al verso,
llora el poema,
Halo y huella de
mi destino.
ABRIL
Va de regreso mi
ternura,
desciendo por los
días
en que tomé tu
mano
y encuentro tu
beso,
colibrí de mil
flores que picotea
en mi boca de
mariposa transparente,
entretejiendo los
colores de la pasión
y los orgasmos de
la luz.
Brindo por tu boca
que descubrió mi
entraña,
hilvanando
estrellas
para cubrir mi piel de organza
cuando regrese la
noche
Brindo por el hilo
de tu voz
que acaricia la
memoria de los besos
y murmura:
¡somos tan añejos amor
que hoy
naufragamos
en las agujas del
reloj!
MELODÍA
Como el
canto de un pájaro
que se
desliza por un rayo de luz
sostenido
en su do re mi…
así
quisiera cantar yo.
Como el
grito de una ola,
de una
roca herida,
de una
piedra prisionera,
en el
desierto amarillo de mi existencia,
así quisiera
gritar yo.
Como el
siseo de un querubín
En
busca de su lira,
extraviado
en el regazo de cupido,
así quisiera
musitar yo.
Como la
sinfonía de la libélula
Cuando
anuncia sus presagios en el misterio de
sus alas,
así quisiera
orquestar yo.
Como la
voz inmortal de Gardel, Sinatra, Piazzola
en
Paris, New York o Buenos Aíres,
así en mi guarida quisiera eternizarme yo.
Como
rana, luciérnaga, o al menos cigarra,
¡Dios
de los cielos!
Permite
que cante mis versos.
jueves, 14 de febrero de 2019
En la estantería
Ya no le temo a
los agujeros
de las paredes
cuarteadas
por donde brotan
los muertos
que gimen con
urgencia su desdicha.
Ya no le temo a
las tardes
vestidas de ausencia
que aprietan tu olvido
en la estantería del Amor.
Ya no le temo a
la lluvia
que no cesa y se hace gorrión
en la memoria de
mi noche
cuando roza el
amanecer.
Ya no le temo al
silencio
que ronda entre
el ulula del búho
y el murmullo de
la hojarasca,
ni al relámpago
fulminante,
ni a los
postigos donde se asoman los muertos,
ni a la travesía
que roe la vida,
porque ahora
viajo de tu mano…
soledad.
Piel del tiempo
Reloj
piel del tiempo,
¡quédate
quieto!
no
estorbes a mi silencio que teje soledad
mientras
las horas danzan sobre el olvido
y repaso su nombre en mi rosario de siseos,
bajo el alero viejo,
testigo de
la enredadera de besos
que
sembré en su boca.
Reloj
piel del tiempo,
mariposa
en fuga es la espera
cuando su
recuerdo,
fósforo
que enciende mis entrañas,
mantiene
viva su huella,
misterioso tatuaje del destino
que
hizo nido en mi alma.
Amor
piel del tiempo,
dile
que regrese:
vestido de besos,
de
versos
o
quizá de huesos,
que
tanto tiempo sin él
ha
agrietado nuestras pieles de arena,
y
que el olvido sólo trae soledad.
Amor,
piel del tiempo,
¡quédate
quieto!
escucho
sus pasos,
su
silencio…
¿Será
acaso su fantasma
que
viene para arañar nuestra tumba?
Amor,
piel de tango
¡no
te detengas!
bandoneón de las horas
danza
llora,
ríe,
que
él ha llegado para quedarse
en
el insondable beso de la eternidad,
para
hilvanar de esplendores y presagios,
los
más ardorosos temblores del deseo
y
los viejos rastrojos del olvido.
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